dimecres, 28 de desembre del 2011

IOGA SENIOR 


Hem trobat un article molt interessant al suplement ES de La Vanguardia del dia 24 de desembre i volem compartir amb vosaltres alguns fragments: 


“Charo Galena no es una yogui, ni pretende convertirse en una experta en contorsionismo. Con 67 años tiene claro cuáles son sus límites. Además, es una persona que generalmente no hacía ejercicio físico específico. Sin embargo, desde hace un año hace yoga. “Antes ni podía estirar los brazos. Ahora …..mira” y estira sus brazos hacia delante y hacia arriba. “Ya no me duele nada”, asegura con una mueca de satisfacción. Afirma que excepto cuando era una joven nunca se había sentido tan ágil como ahora. Y no sólo habla de los positivos efectos en su cuerpo, también comenta que se siente más tranquila y relajada. “Me noto con la mente más despejada”. 


 “Beneficios. Incrementa la flexibilidad del cuerpo, mejora el tono muscular, fortalece los huesos, mejora el sistema respiratorio y la circulación sanguínea, estimula el sistema inmunológico, aumenta el sentido del equilibrio, relaja y tranquiliza, disminuye la ansiedad, ayuda a equilibrar las emociones, potencia la concentración y la atención. La lista es larga, pero los expertos consultados coinciden en estos beneficios y además hay investigaciones que lo certifican”. 


 “Investigadores de la Universidad de Temple, en Estados Unidos, presentaron hace tres años las conclusiones de otro estudio sobre el yoga y la tercera edad. “Los mayores que lo practican tienen menor riesgo de sufrir caídas porque se produce una mejora en su estabilidad y en su equilibrio. Asimismo ganan flexibilidad en las extremidades inferiores.” 


“Charo Galea (67 años). “Me siento más optimista, mejor conmigo misma, más centrada. El yoga no sólo es ejercicio físico. La mente también es muy importante. Y el yoga une cuerpo y mente. Entre los dos encuentro la tranquilidad. He aprendido a centrarme. A visualizar, a tranquilizarme y tengo más conciencia del cuerpo. Me siento más flexible, más ágil. Antes tenía el cuerpo rígido y duro. Ahora siento los músculos más relajados y tengo mayor equilibrio.”

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